jueves, 12 de junio de 2014

El caballero de hoy


Me gustaría comenzar este espacio con una introducción acerca de  mis ideas respecto de estos temas que tratare...

Por años se ha ido dejando de lado el concepto de la elegancia masculina, relegándose al punto de llegar a anteponer la noción de comodidad y simplicidad  con la de elegancia, dejando esta ultima de lado y olvidando viejos valores y costumbres que de antaño han ido pasando de padres a hijos, referentes al  buen vestir de un caballero de verdad.

Hoy en día, a mi entender, estamos disfrutando en este aspecto  de una apertura en la concepciones masculinas del buen vestir gracias, ya sea, a la globalizacion y el acceso a la información de nuevos estilos y tendencias, así como al deseo por escapar de la monotonía, que ha echado profundas raíces en el pensar masculino, respecto del abandono del estilo  y la distinción. 

A tal punto se han ido perdiendo estos valores que podemos encontrarnos  con la idea de que la pulcritud y elegancia se aplican únicamente al terreno de lo femenino, y todo lo que se asemeja a ello. 

Considero esto una falacia, ya que un hombre de verdad debe de ser consciente de su vestimenta y de su estilo, apuntando a la imagen como la proyección directa de lo que se desea que se perciba y se vea en el, demostrando así una seguridad única, sumada al respeto y amor propios.

Un caballero actual conoce la importancia de una primera impresión, y como esta puede deja una huella imborrable en los que lo rodean, o bien una idea que se afianzara con el transcurso del tiempo. 

Ante esto, se debe de tomar el tiempo necesario para pulir esa imagen que se desea proyectar, logrando así que se vea en él el mensaje correcto, en toda circunstancia,y se perciba que se está ante un hombre de verdad.



Juan Andres Olivera

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